Los insectos siempre han sido algo generalmente indeseado gracias a su constitución física, diminuto tamaño y rapidez para estar en un lado y mágicamente aparecer en otro; sin embargo hoy en día se están convirtiendo en los protagonistas de la gastronomía en muchos países, esto debido a que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación está fomentando su consumo gracias a su abundancia mundial y a los nutrientes que éstos contienen.
En nuestro país desde la época prehispánica en muchas regiones se tiene la costumbre de comer cierto tipo de insectos como lo son los famosos gusanos de maguey, los jumiles, las chinches, los escamoles y los chapulines; todos ellos con infinidad de recetas de preparación a fin de tenerlos como platillos típicos para degustar su sabor y gozar de sus beneficios.
En ciertos países de Sudamérica también se han incorporado estos pequeños animales como parte de su cocina, las hormigas son la especialidad, particularmente en la ciudad de Santander en Colombia, en donde son sometidas a una gran variedad procesos culinarios.
Asimismo en países orientales como Japón, Korea o China es muy común también el consumo de insectos tanto en mercadillos como en restaurantes gourmet, en estas regiones los más consumidos son las arañas de todo tipo, hasta tarántulas y escorpiones, los cuales se venden a las brasas dando un gusto crujiente y tostado. Al igual que en África en donde los bichos favoritos para llevar al plato son las larvas y las orugas, que dan un gusto un tanto viscoso, casi como un molusco.
Europa es el continente donde hasta ahora resulta más raro el consumo de insectos, sin embargo si de bichos se trata, países como España o Francia, son altos consumidores de caracoles, los cuales son totalmente delicatesen y están incluidos en una infinidad de recetas.
Los insectos muy probablemente se conviertan en un elemento principal de nuestra alimentación cotidiana, sin embargo de momento sólo los prestigiados chefs o las regiones de países con dichas costumbres serán los afortunados de disfrutar de esta novedad culinaria.
Y aunque muchos no lo crean y probablemente no les interesaban saberlo, pero más del 70% de las especies de insectos son comestibles y contienen un alto valor proteínico para el cuerpo humano, además de que ayudan enormemente a la digestión.
