Los eventos son, sin lugar a dudas, momentos maravillosos en los que tenemos la oportunidad de compartir con nuestros seres queridos. Sin embargo, para muchos también resulta una difícil tarea, en la que el mayor reto es la elección de la comida.
Para hacer de esta complicada tarea algo más sencillo, no debemos tomar esta decisión basados en nuestros gustos y preferencias, sino en los de nuestros invitados. Por ejemplo, podemos ser amantes de la comida libanesa y pensar que es una buena idea servirla en nuestro evento, sin embargo, resulta una decisión arriesgada ya que si nuestros invitados no comparten la misma afición por dicha comida, el evento resultará todo un fracaso. Así que nuestra primera y más importante lección es: Pensar en nuestros invitados, antes que en nosotros mismos.
Otro aspecto que debemos de considerar es nuestro presupuesto total. Muchas veces comentemos el error de destinar un mayor porcentaje de nuestro presupuesto a elementos secundarios del evento (luz y sonido, carpa, sillas, mesas, etc.) dejando de lado el elemento principal, la comida. Cuando el banquete es bueno, los invitados siempre se llevarán un buen sabor de boca del evento. Nuestra segunda lección es: Invertir en un buen banquete, antes que en elementos secundarios.
Por último, hablaremos de como elegir correctamente a nuestro proveedor de banquete. Al igual que en muchos otros servicios que contratamos día a día, el aspecto más importante a considerar, es la confianza que nos inspiren. Tenemos que entender que en sus manos está el éxito o el fracaso de nuestro evento, y por tal motivo, tiene que ser una empresa o persona con la que se logre una conexión y un perfecto entendimiento de lo que queremos. También existen recurso para generar esa confianza, por ejemplo: Pedir una prueba de los alimentos que se servirán el día del evento, consultar su trabajo y su relación con sus cliente en redes sociales, página de internet, o bien, pedirle que nos enseñe una galería de fotos en las que podamos observar su experiencia y calidad.
Recuerda:
- Pensar en nuestros invitados, antes que en nosotros mismos.
- Invertir en un buen banquete, antes que en elementos secundarios.
- Tiene que ser una empresa o persona con la que se logre una conexión y entendimiento.
Si consideramos todo lo anterior en nuestra toma de decisiones, podemos estar seguros de que nuestro evento será todo un éxito.