Actualmente se hace cada vez más habitual el uso de los banquetes a la hora de celebrar cualquier acontecimiento. La comodidad en cuanto a organización, la fácil adaptabilidad a cualquier momento del día y circunstancias y la profesionalidad que caracteriza a las empresas de banquetes dedicadas a la organización de eventos, las convierten en la opción favorita para cualquier tipo de celebración.
Tal es el auge que están teniendo en los últimos tiempos que han comenzado a especializarse en diferentes tipos de comida, y especialmente en dietas dirigidas a aquellas personas que sufren alguna intolerancia a determinados alimentos.
En muchos casos deberá adaptarse el menú de un banquete a un grupo muy reducido de personas con necesidades alimentarias específicas que acuden a una celebración multitudinaria, donde ya hay un menú estándar prefijado. Es importante que, como clientes, nos ocupemos de advertir a los profesionales que hayamos contratado sobre todas estas especificaciones.
Es el caso de las personas diabéticas que no pueden comer nada que contenga azúcar y cuyos alimentos deben de ser cocinados en aceite de oliva necesariamente, personas celíacas que no pueden ingerir cereales, pan o pasteles de ningún tipo, ni harina, personas intolerantes a la lactosa y a todos los derivados de la leche como el queso, los yogures o los helados o alérgicos a las proteínas del huevo.
Al ser menús muy individualizados, es preciso que se avise a la empresa con bastante tiempo antes del evento, especificando el número de personas que precisan de un menú adaptado y las necesidades de cada una de ellas, cuanto más concreto, mejor.
La otra opción es la organización de eventos cuya celebración va dirigida a un colectivo de personas en concreto con unas necesidades o costumbres alimentarias muy específicas. Es el caso de asociaciones de personas con intolerancia a ciertos alimentos, creando esta vez menús adaptados de forma generalizada. También se celebran con frecuencia reuniones de personas de una misma religión como en el caso de musulmanes cuyas costumbres les impiden comer carne de cerdo, o los hindús que tiene prohibido ingerir carne de vacuno.